Deseamos gritar "quédate" pero preferimos decir "adiós". No puedo juzgaros, el primero que lo hizo fui yo. Quizá lo hacemos por miedo o preocupación.
Ese miedo de arrastrarles tan abajo que ni ellos mismos puedan volver a levantarse.
Hay cientas, miles de metáforas completamente distintas para explicar diferentes etapas de la vida. A mí, me gusta comparar esta con el melancólico otoño o el frío invierno. Temes a la soledad pero te vas.
Quizá, a veces, es bueno ser egoísta. Guardarse todo el pesimismo para uno mismo. Guardarse todo. Para qué hablar o explicar, mejor pudrirse y quedarse vacío consigo mismo como los árboles en invierno. Sintiendo frío por mucho calor que haga. Mejor callar, callarte hasta que no puedas más y ese mismo silencio sea el que termine finalmente contigo.
Hay quien dice que los días de lluvia son tristes y fríos. Que deprimen. A mí me gustan. Por un día hay algo tan triste como yo.
Melancólico como el otoño y callado y vacío como el invierno.
SadBoy (Yan)
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