Necesito vaciarme de algún modo
olvidar tantos recuerdos de mierda
y dejar de autodestruirme en el lodo.
Salir de ahí e ir de derecha a izquierda,
sin un rumbo fijo
pero con la cabeza bien alta,
orgulloso de mi mismo
y que nunca haya bajadas.
En mis amados desvelos
pienso en como sería vivir,
sin sufrir, sin estar en el suelo
y siendo día tras día de verdad feliz.
Sin embargo, no es así.
Nuevo golpe a cada hora
consumiéndome, y nada de sonreír.
Aquí esto va, de llenar el vaso gota a gota.
O eres como todos o todo te golpea.
Harto, muy harto de todo y de todos
pero más de mi mismo
de destruirme y engañarme a mi modo,
de originar en mi, mil seísmos.
De fingir sonrisas y risas mediocres,
y después componer un poema así,
que cuando alguien me conoce
mi mirada cansada habla por mí.
El problemas es que nadie divaga
en esta rota y a la vez triste mirada
prefieren fijarse simplemente en escuchar
como río, mientras intento disimular y engañar,
porque Yanel. Aquí, ya no está.
Ojala volviese a ser aquel niño.
El que era antes,
el que esta preso en mi interior,
encerrado en esta cárcel.
Pero no, no es así
Ya no creo en nada ni en nadie
El vivir es efímero como ser feliz
y espero un mensaje de alguien
que nunca sera de ti.
Ni de mí.
Quizá necesitaba escribir esto
porque me ahogaba pese a estar libre y sigo muerto,
para ser honestos saque esto de aquí dentro.
¿Yanel donde narices te has metido?
¿A dónde te has ido?
Vuelve a dejarte ver,
Vuelve, vuelve a ser.
Nunca escribí algo con mayor sinceridad.
Ni me había abierto tanto como en esta,
La poesía saca todo de mí,
me desgarra pero me hace vivir,
aunque es demasiado subjetiva
y nadie comprenderá que por mí iba.
Yan. (SadBoy)