martes, 15 de septiembre de 2015

Abismo.

Quise caminar de tu mano
y más que caminar, tropezaba.
Mira que te quería, y te quiero,
pero la cuerda estaba floja y yo sin equilibrio.

Nuestros latidos resonaban en mi cabeza
y tu silencio en el aire.
Qué putada esa de no tener una palabra
para quien las había captado todas.

Ahora todo se vuelve serio, negro,
y yo reacia hacia un futuro incierto.
Aunque es cierto que me lo esperaba.
¿El qué? No precisamente tu ida,
huida de mi vida, descuidando el no hacer daños.
Quizás ahí tienes el problema.
O mi dilema...

Volviste prometiendo y asegurando
el no volver a irte,
y te vas.

Ya no tengo claro siquiera
a quien le dedico esto.
Pensé que por fin no sería una cualquiera...
Y ahora me doy cuenta que nunca dejé de serlo.

Quiero seguir escribiendo y evitar rayarme sola,
quiero que me escribas y temblar de ira y emoción contenida.
Quiero que me quieras, si es que sabes quererme, como decías...
Quiero... quiero no estar enamorada, no amar a nadie, ir más a mi bola.

Vale, quiero muchas cosas.
Demasiadas.
De las cuales sé que ni una va a cumplirse, por idiota.
Por no ver a la primera que quien me quiere se queda cerca.

Por intentar fingir que todo va bien
cuando mi mundo tiembla,
soy una metáfora perdida,
soy una romántica suicida.


Ne.

domingo, 6 de septiembre de 2015

¿Cómo persona, cómo soy?

Soy alguien torpe que no para de tropezar una y otra vez con la misma piedra. 
Alguien imbécil a quien toman el pelo, se burlan de él y es el motivo de carcajadas.
El chico perfecto, perfecto para golpear, al que le podrás dañar con cierta facilidad sin necesidad de muchos intentos.
El romántico al que le han partido el corazón más de una vez. Y que tras cada golpe trataba de ser el mismo chico cursi.
Soy ese ser que vive en ese maldito abismo en el que le han obligado a vivir más de un año y ahora se esfuerzan en darle la mano para sacarle de ahí inútilmente. Inútilmente ya que cuando estaba apunto de caer nadie me dio la mano sólo le dieron patadas para que cayese.
El tío imbécil que se fija antes en la personalidad de esa chica  que en sus tetas.
Un intento de poeta malherido que fracasa en cada uno de sus escritos. El escritor que no sabe escribir y cada vez es menos escritor y más gilipollas.
El extraño, el raro que disfruta más con un buen poema que estando de fiesta bebiendo cervezas.
El inmaduro de 17 años que se niega a crecer.
El extravagante coleccionista de fracasos, que se alimenta de sueños rotos viviendo en un permanente insomnio.
En definitiva soy el chico triste, el amargado y deprimido que odia su sonrisa. Que se odia asi mismo y cada uno de sus aspectos. Y vive en un abismo repleto de pesimismo.
Firmado atentamente un suicida que no tuvo huevos a convertirse en ello.

Yan. (SadBoy)

sábado, 5 de septiembre de 2015

Puta.

Todo comenzó con un mensaje aquella tarde,
Como simple conocidos que llegaron a enamorarse.

Los días pasaban y sonrisas salían,
El tiempo que quedaba besos escondía
Y así se metió en mi corazón aquella chica.
Al vernos las miradas hablaban,
Y sin decir palabra, la abrazaba
Mi corazón latía agitadamente
¿Seria feliz con ella eternamente?
Los días pasaron y el primer beso cayó.
Junto con él, comenzó nuestra relación.
Aquel viernes, día diecinueve
Hizo que en mis ojos  lluviese.
Ir por los pasillos cogidos de la mano,
Tan cursi, tan tierno, tan romántico.
Esos besos que me dabas,
Esos versos que escribí,
Esas caricias que amaba,
Esas cosas que creí.
Todo iba genial, un cuento hecho realidad
Y como todo cuento, ha de tener un final.
Dichoso jueves, nueve de Octubre
Días antes te habría expuesto en el Louvre.
Te había notado extraña últimamente,
Sabia que algo te rondaba por la mente.
Llego el dia y la hora de romperme,
Te aceraste sutilmente a golpearme.
Tomaste posición y dijiste; "se acabó"
Un solo golpe y me dejaste K.O.
No paraba de culparme a mismo
Estaba cegado de pesimismo.
Creí haber encontrado el amor de mi vida
Y lo que encontré, fue mi peor pesadilla.
Hablo ahora con dolor y no rencor,
Hablo de este modo, ya que nobqueda amor.
¿Me querías? ¿Me amabas?
Claro que sí, y me engañabas.
No sentías por mi nada, mas
Solo tratabas de olvidar
A ese al que si llegaste amar.
Dolor y golpes me diste,
Me consumía y lo viste.
Durante unos meses, tal vez cinco
Me moría por dentro y tu con tu egoísmo.
Eres única, pocas disfrutan engañando,
Destruyendo, golpeando y destrozando.
Veintiún días para enseñarme amar,
Pese a que tú sólo me querías engañar.
Me enamore de alguien llena de cinismo,
Y acabé sólo, muerto, abatido en este abismo.

Yan. (SadBoy)